9 de febrero de 2011

CONTRARROTURA





                                                                        Para Lucrecia



Los perros ladraron mi nombre
al verme la muñeca rota


mis brazos se caían como higos
y asusté a las palomas


fragmento fui toda la tarde: desorden


todavía alcancé a recordar
que odio las ventanas desnudas.

2 comentarios:

  1. Ningún perro ladra mi nombre :(

    Creo que tienes una obsesión con los higos, te has dado cuenta?

    christian omar

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  2. ¡Cómo te digo que está bien chingón?

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